El lavado de estos cabellos debe realizarse con agua tibia, ya que el agua demasiado caliente  provoca la abertura de las cutículas del pelo y puede descamar el cuero cabelludo.

 

No es necesario lavarlo todos los días, y cuando lo hagas, es recomendable lavar el cabello con un champú suave, y cada vez que lo apliques, date un masaje en el cuero cabelludo, ya que esto activa la circulación.

 

Utiliza un acondicionador suave, pero procura no aplicarlo en la raíz, ya que esto lo satura y apelmaza.

 

Intenta evitar todo aquello que lo vuelve seco o graso como tintes en el pelo, dormir con el cabello mojado (ya que el pelo al estar tanto tiempo húmedo, se vuelve quebradizo y más fino).

 

Si utilizas el secador de pelo, recuerda mantenerlo siempre a unos 15 centímetros de tu pelo y NUNCA usarlo a la máxima potencia.